sábado, 30 de enero de 2010

pisando la ciudad


La plaza alta de Badajoz, centro neurálgico de la ciudad en el pasado, es hoy por hoy un fantasma más del casco antiguo. Hasta el año 1977, se enclavó el mercado ambulante. Exceptuando la proliferación de locales de tapeo, lo único que da un `poco más de movimiento a sus adoquines, son los estudiantes de biblioteconomía que a diario cruzan sus arcos. Y, supuestamente los que se creen defensores del patrimonio histórico, quieren derrumbarlo. Pero señores, no tienen nada mejor que hacer, que estar jodiendo la badana e impidiendo que los pocos pasos que pueblan ese entorno paseen sus huellas a diario.

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